La violencia estética
Por Natalia Guadalupe Juárez Aguiñaga, Coordinadora del área Psicosocial NIMA A. C.
La violencia estética, según Pineda (citado en Agencia de Noticias RedAcción [ANRed], 2022, pár. 4), alude a las narrativas, representaciones y prácticas que presionan a las mujeres a cumplir con el canon de belleza impuesto; hace referencia a las formas de discriminación y exclusión contra aquellas que no satisfacen ese estereotipo de belleza; al mismo tiempo que incluye las consecuencias físicas, psicológicas y sociales que se derivan de este tipo de mandato y discriminación. Dicha violencia “se fundamenta y erige sobre la base de premisas sexistas, gerontofóbicas, racistas y gordofóbicas” (Pineda citado en ANRed, 2022, pár. 6).
En el sistema capitalista de normalización y acumulación ilimitada, lo bello es un factor clave de producción, reproducción y sostenimiento. Lo bello es tangible, es mercancía y objeto (…) [Existe] una regulación estética que se sostiene principalmente por la publicidad, la moda, el marketing, los medios de comunicación en su totalidad y la connivencia y aceptación de la sociedad (Murolo, 2009, pár. 2-3).
En este sentido, Pineda (citado en ANRed, 2022) destaca que en nuestra sociedad se concibe a las mujeres como un objeto de consumo; lo que se suma a otras formas de violencia de género que permean en la vida de las mujeres. La presión social por “ser bonita” se da desde el nacimiento; la presión por cumplir con el mandato de “juventud eterna” orilla a las mujeres a la realización de tratamientos estéticos que pueden poner en riesgo su salud e incluso su vida. La violencia estética nos afecta a todas sin distinción de edad: niñas, adolescentas, mujeres jóvenes, mujeres adultas y adultas mayores, hemos vivido discriminación por nuestro racializado, forma corporal, apariencia y rasgos físicos.
Entre los medios que reproducen la violencia estética están la televisión y las redes sociales. Es preocupante que niñeces y adolescencias tienen acceso a gran cantidad de contenidos que difunden mensajes, explícitos o implícitos, acerca de cómo debería ser la corporalidad de las personas, en particular, el cuerpo de las mujeres.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales (Instituto Federal de Telecomunicaciones, 2023) realizada en 2022, niñas y niños ven televisión de lunes a viernes un promedio de 5 horas con 15 minutos; principalmente ven el género dramatizados unitarios, seguido de las telenovelas y las caricaturas. La Encuesta también señala que el 82% de las niñas y niños entre 7 y 11 años usa internet, y que el uso de las redes sociales entre esta población ha aumentado, pasando de un 39% en 2017 a un 69% en 2022; las redes sociales que más utilizan son WhatsApp (66%), YouTube (55%), TikTok (49%), (34%) y Zoom (17%).
En redes sociales como y TikTok, es de llamar la atención el uso excesivo de filtros donde cambian la texturas y color de la piel, simulador de maquillaje, reducción de algunas partes del rostro o cuerpo, etc., con la finalidad de mostrar una realidad diferente. Entre los efectos de este uso desmedido, está la no aceptación del cuerpo que se habita, dando pie a alteraciones en la autopercepción y la autoestima, generando narrativas desaprobatorias por no cubrir los estereotipos de belleza que se tienen en la actualidad.
Es común encontrar en diversos medios de comunicación y redes sociales reseñas de “productos milagro” que ayudan a la reducción de peso. Si este contenido lo consumen las niñeces y adolescencias puede fomentar la cultura de la dieta y el uso de dichos productos desde una visión pesocentrista, que idealiza el cuerpo delgado de piel perfecta; asimismo, puede abrir la puerta a rasgos de trastornos de la conducta alimenticia, por ejemplo, prestar demasiada atención y contar las calorías de lo que se consume, la dismorfia corporal, es decir, percibir el cuerpo de forma diferente, conductas purgativas o de restricción de alimentos. También, son ampliamente difundidos distintos métodos para aclarar el color de la piel, lo que refuerza la idea de que una tez blanca es mayormente aceptada que una morena o negra, dando solo visibilidad y representación social a las personas que cumplen con dichas características físicas, generando a su vez una forma de discriminación.
Como personas adultas que acompañamos el desarrollo de las niñeces y adolescencias, debemos asumir la corresponsabilidad de brindar acceso a las redes sociales y del tiempo que pasan frente a la televisión y/o otros medios de comunicación que pueden alterar su salud mental.
Es importante hablar de la diversidad corporal con naturalidad, es decir, reconocer y fomentar el autorespeto y respeto por los demás, mencionar que los seres humanos somos diferentes en tamaño, complexión, color de piel, orientación e identidad sexual, etc. Dos cuentos que pueden abrir espacios de diálogo y reflexión sobre la diversidad corporal son Elmer, escrito por David McKee y Orejas de mariposa, por Luisa Aguilar y André Neves; ambos recursos disponibles en internet.
En todo momento y en distintos espacios, niñas, niños y adolescentes están aprendiendo y se están formando, por lo que, como personas adultas, el tener un discurso de respeto ante nuestra propia apariencia y la apariencia de las demás personas será un ejemplo para quienes nos rodean.
Referencias:
Agencia de Noticias RedAcción (2022). Esther Pineda G.: «La violencia estética es una de las formas de agresión sexista más universal que existe». https://www.anred.org/2022/12/04/esther-pineda-g-la-violencia-estetica-es-una-de-las-formas-de-agresion-sexista-mas-universal-que-existe/
Instituto Federal de Telecomunicaciones (2023). El uso de las redes sociales entre los menores de edad pasó de 39% en 2017 a 69% en 2022, revela informe del IFT. https://www.ift.org.mx/comunicacion-y-medios/comunicados-ift/es/el-uso-de-las-redes-sociales-entre-los-menores-de-edad-paso-de-39-en-2017-69-en-2022-revela-informe#:~:text=De%20acuerdo%20con%20la%20Encuesta,mencion%C3%B3%20usar%20alguna%20red%20social.
Murolo, L. (2009). Sobre los estereotipos de belleza creados por el sistema, impuestos por los medios de comunicación y sostenidos por la sociedad. Question/Cuestión, 1(22). https://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/question/article/view/764


